Galería Colombiana del Diseño

domingo, abril 16, 2006

LA CASA AMARILLA 2006

Aislado y privado de la compañía de otros colegas, Vincent Van Gogh invita a Paúl Gaugin a su mítica "Casa Amarilla", un pequeño estudio y albergue para artistas. Hacia octubre de 1888 con la llegada de Gaugin serían generadas semanas de incesante trabajo creativo y explosivas discusiones sobre arte en donde cada pintura, cada color y sombra era debatido. Ambos pintores diferían radicalmente en temperamento y técnicas de ejecución. Van Gogh trabajaba rápido y emulando exactamente lo que veía, completando en ocasiones sus obras de una sola sentada siempre mediante gruesas pinceladas rebosantes de brillo y textura. Por su parte Gaugin, pausado y menos pasional en colores más matizados y mezclados con todo detenimiento, recurría en muchas ocasiones a la sensibilidad impulsada por su imaginación, fantasías y sueños.
De tal convivencia resultaron valiosas series de paisajes, objetos y personajes a veces tan solo diferenciados por un leve distinto ángulo de observación entre cada pintor. Bajo la apreciación e interpretación de si mismos se crearon también portarretratos recíprocos en donde Gaugin recurre a la inventiva en plasmar a Van Gogh pintando girasoles (físicamente imposible por el regente clima decembrino) a lo cual el pintor holandés reacciona al cuadro con la frase celebre “definitivamente yo, pero yo volviéndome loco”. El posterior desenlace todos lo hemos OIDO.

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